¿Qué es
un conflicto laboral?
Un conflicto laboral es un conflicto que
sucede dentro de una empresa, generalmente cuando los empleados y
empleadores persiguen diferentes objetivos y no logran llegar a un acuerdo
entre sí.
Esto conduce a que el ambiente de trabajo sea tenso
y que se vuelva difícil seguir con las funciones laborales de la empresa.
De esta manera, para que haya un buen desarrollo en la compañía y exista un
buen ambiente laboral, es de vital importancia que el líder de la empresa
se encargue de resolver dichos conflictos.
Los conflictos laborales se pueden clasificar de
diversas maneras.
Según el tipo de conflicto:
Los implicados en el conflicto:
Conflictos intrapersonales: aquellos conflictos que puede tener un empleado
consigo mismo, a partir de la inconformidad con las tareas que debe realizar.
Conflictos interpersonales: aquellos en los que se ven involucradas varias personas de la empresa.
Conflictos intragrupales: aquellos que se dan cuando, en un grupo o equipo de trabajo, surgen desacuerdos entre los miembros.
Conflictos intergrupales: aquellos que se dan a partir de las diferencias o disputas entre miembros o integrantes de diferentes grupos.
Características de conflicto laboral
Etapas del conflicto laboral:
1. Incompatibilidad: Se presenta cuando la comunicación en la empresa es inadecuada, cuando la organización la estructura no está bien definida, y cuando hay comportamientos como: voz irritante, groserías al responder y carácter fuerte.
2. Conocimiento: Durante esta etapa se desarrolla el conflicto, se comienzan a deteriorar relaciones y las funciones de los trabajadores.
3. Intensión: Aquí ya se nota la incidencia en la eficiencia de los trabajadores y por lo tanto el mal desarrollo de sus actividades, discusiones e interrupción de las jornadas de trabajo.
4. Comportamiento: En esta etapa se evidencia la oposición de los individuos y hay agresiones fuertes.
Técnicas de solución para los conflictos laborales
Es importante que antes de tomar acciones sobre el conflicto escuches abiertamente las dos versiones de la historia. Recuerda que entre más información tengas, podrás tomar mejores decisiones.
Una vez que hayas escuchado las dos
versiones del problema emprende una pequeña investigación de tu parte. Es
importante que no te dejes llevar por tus juicios personales y te fijes en todos
los detalles que podrían amparar a una u otra de las partes del conflicto.
Si escuchas activamente a otros integrantes de tu grupo de trabajo, podrás afianzar tu liderazgo, tomando en cuenta la opinión de tu equipo.
Trata de direccionar la investigación hacia la raíz del conflicto. Puede ser un problema pasajero o uno mucho más grande que involucre a más personal y que puede afectar a tu clima laboral. Es elemental que resuelvas el conflicto desde su origen.
Una vez que hayas encontrado la raíz del
problema, empieza a tomar acción con prudencia. Evita estas situaciones:
-Reclamos en público (cualquier aclaración
con el culpable debe ser hecha en privado)
-Generación de chismes (es mejor contar abiertamente el asunto al resto del personal)
Un líder no impone sino que participa y guía a su equipo a encontrar soluciones. Asimismo, al momento de resolver un problema, discute las diferentes soluciones del inconveniente y decide lo mejor para el grupo.
Aprende a quedarte al margen de aquellos conflictos que tu personal puede resolver por sí solo. Tomar distancia de los problemas del equipo también te va a ayudar a mirar las soluciones más objetivamente.
Es probable que hayas utilizado pruebas
psicométricas en tu proceso de selección. Muchos
profesionales de recursos humanos solo usan la información de estos tests para
tomar una decisión de contratación, sin embargo sus beneficios aparecen durante
toda la trayectoria del empleado. Vuelve a revisar los tests psicométricos de
las personas que tienen un conflicto y analiza sus diferencias en rasgos de
personalidad. Entender dichas diferencias puede alumbrar tu juicio y aclarar
por qué se está dando un conflicto.